domingo, 30 de mayo de 2010

El Gorila y el Paralitico

Era Domingo y el zoológico estaba lleno de visitantes. Todos querían ver la nueva adquisición del parque un enorme gorila traído -según decía el folleto explicativ, de una remota región de África, donde nunca el hombre había dejado huella. Entre los que acudieron a contemplarlo se hallaba un maracucho paralítico en su silla de ruedas. La multitud gritaba y no faltaba quien arrojara frutas y otros objetos al inmenso animal. De pronto, se produjo una enorme conmoción: el gorila había enfurecido; mostraba dientes y garras en actitud de ataque y se daba tremendos golpes de pecho, al tiempo que dejaba escuchar sus ensordecedores rugidos por todo el zoológico. La gente retrocedía asustada. El fiero animal, con sus membrudos brazos, comenzó a doblar los barrotes de su jaula. Los rompió por fin, como si fueran de madera y salió de la jaula. Espantada, la gente echó a correr por todas partes. El pobre paralítico también se apresuraba en su silla de ruedas, pero se iba quedando atrás, casi al alcance del gorila, que corría tras la muchedumbre. Un guardia que acudía a atender la emergencia, vio los apuros del desdichado y empezó a gritar:- ¡EL PARALÍTICO!!, ¡¡ EL PARALÍTICO!!!Y el paralítico, al escuchar al guardia se voltea arrecho y le grita:- VERGACION! DEJÁ QUE EL GORILA ESCOJA SOLO, COÑO 'E TU MADRE!!

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